La acuarela es mi técnica favorita. Me puedo perder observando como el pigmento interactúa con el agua. Es tan fascinante pero a la vez un gran reto dominar al agua que desea ser tan libre como la creatividad.

A veces, la vida puede ser complicada... y pintar abstractos me permite relajarme, soltarme, dejar fluir lo que a mi mente venga... jugar. Cuando la mente quiere volar... el abstracto me permite hacerlo.

Retratar a mis seres queridos es mi manera de decirles que los amo. Y es el mismo sentimiento que tienen las personas que me encargan retratos. Es perpetuar el amor hacia esa persona en una obra de arte.

Blanco y negro. Entre ellos miles de grises. Dejando a un lado el color, la técnica siempre se me ha antojado para el hiperrealismo. - "¿Es fotografía?" - Me han preguntado mis observadores, -"No, no. ¡Es lápiz y carbón!" - Yo contesto con una sonrisa, pensando en mi mente "¡Lo he logrado!"